Costa Concordia, formación, plan de emergencia, psicología de masas

Costa Concordia: aprendamos de los errores


Tras los atentados del 11-S en Nueva York, alguna de las empresas que asesoro y especialmente los edificios de oficinas estuvieron muy interesados en realizar el simulacro de emergencia, aún cuando lo habían llevado a cabo hacia pocos meses. El accidente naval del Costa Concordia seguramente ha puesto en alerta a muchos “cruceristas” a plantearse su futuro crucero. Mi experiencia en emergencias y sobre todo en la gestión y psicología de masas me permite afirmar que este desgraciado suceso no debe alterar nuestras ganas de viajar y disfrutar de un crucero. Suceso que sí permitirá una serie de cambios y mejoras en los planes de emergencia de los grandes barcos. Aprenderemos de los errores que habitualmente cometemos:

- Los cruceristas prestaran más atención e interés a los simulacros que ya se llevan a cabo durante las primeras 24 horas del crucero. El crucerista conocerá más, se interesará más por los simulacros y exigirá más cuando crea que no se cumplen con las medidas de emergencia.

- Los planes de emergencia de los cruceros serán más exhaustivos, si cabe. En el Costa Concondia se confirma que el rescate fue un desastre, tanto por no activar el plan de emergencia a los pocos instantes, se activo al cabo de 58 minutos (el comandante no siguió los protocolos de emergencia); como por falta de capacitación de la tripulación, que no estaba formada para una evacuación; no sabían ni colocarse los chalecos según informa una crucerista (Francisca de Palma de Mallorca).


- Mejorar los medios de evacuación, ya que las lanchas hinchables no se abrían y las de salvamento no conseguían bajar debido a que el crucero estaba inclinado. Seguramente este accidente hará que los sistemas de descenso de embarcaciones auxiliares de emergencia puedan realizarse incluso con el crucero sin estar vertical. Seguramente si la emergencia se hubiera activado a los pocos minutos, el crucero no hubiera ganado inclinación y se hubieran podido bajar las embarcaciones auxiliares de emergencia.

- Psicología de masas: los planes de emergencia tendrán criterios y pautas más concretas para controlar los más que probables percepciones, pensamientos y conductas características  propias de escenarios de pánico. Los procedimientos, los protocolos de emergencia y la formación que reciba el personal (tripulación) deberán tener presente la psicología de grupos.

Que no se respetara ni la máxima de “mujeres y niños primero”, junto con informar “que no pasaba nada” demuestra que la capacitación de la tripulación y el cumplimiento del plan de emergencia eran deficientes. Malos ejemplos que deben servirnos para aprender y perfeccionar el plan del resto de cruceros.

- La probabilidad de que suceda un accidente en un crucero (número de accidentes marítimos dividido número de viajes de cruceros) es ínfima.


Por favor, disfruten de los cruceros como siempre lo han hecho.